TIEMPO ORDINARIO. SEGUNDA PARTE
Después del Tiempo de Pascua
Después del Tiempo de Pascua
1- La celebración del Domingo forma el eje de la catequesis permanente de toda la comunidad. A la Liturgia del Domingo deben orientarse todos los itinerarios “catecumenales” propios de las distintas edades de la vida humana. La celebración del Domingo ha de fomentarse también en las pequeñas comunidades cristianas, aún cuando no tengan la posibilidad de ser atendidas por los sacerdotes, alentando el nacimiento y la formación de misioneros seglares de la Palabra y de la Eucaristía.
2- En las ferias del Tiempo Ordinario, se puede escoger entre la Misa de la feria. La Misa de un santo inscrito para aquel día en el Martirologio, una Misa por diversas necesidades, o una votiva.
3- Hay que recordar que: cuando se celebra la Misa de la feria, pueden tomarse las oraciones de cualquier Domingo del Tiempo Ordinario; indistintamente uno de los 34 formularios disponibles. (cfr. MR.323)
4- En todas las ferias del Tiempo Ordinario se dice el Prefacio Común (uno de los 9) o el prefacio propio de la Antífona que se quiera utilizar.
5- En las memorias obligatorias es preferible utilizar el Prefacio de los Santos (el que corresponda al Santo que se celebra). El mismo prefacio se puede utilizar también en las Memorias Libres, aunque no aparezca indicado en la agenda.